Servir, amar y aportar en la restauración y fortalecimiento integral de personas, ministerios y comunidades, promoviendo el orden, la unidad y la acción compasiva del Reino de Dios, a través de alianzas estratégicas.
Ser una plataforma ministerial global que, guiada por el Espíritu Santo, impulsa el avance del Reino mediante formación, cooperación y acción solidaria, con fundamentos de amor, misericordia y orden divino.
Servimos desde el amor de Cristo, que nos impulsa a actuar con compasión, entrega y sensibilidad hacia las necesidades del prójimo.
Reflejamos el corazón de Dios al responder con gracia, perdón y restauración, especialmente hacia los quebrantados y vulnerables.
Valoramos la cooperación y la alianza entre ministerios, sabiendo que el Cuerpo de Cristo es más fuerte cuando trabaja en armonía.
Creemos que el orden es reflejo del carácter de Dios. Promovemos estructuras sanas, procesos claros y prioridades alineadas al propósito eterno.
Vivimos para servir con humildad y diligencia, siguiendo el ejemplo de Cristo, que no vino para ser servido, sino para servir.
Nos esforzamos por hacer todo con integridad, calidad y responsabilidad, como para el Señor y no para los hombres (Colosenses 3:23).
Caminamos guiados por la Palabra y la dirección del Espíritu Santo, confiando en las promesas de Dios, incluso en medio de desafíos.
Trabajamos para ver vidas, ministerios, comunidades y naciones transformadas por el poder del Evangelio, desde adentro hacia afuera
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